MARÍA
DE BORGOÑA
María
de Borgoña nació en Flandes, 13 de febrero de 1457, duquesa de
Borgoña y duquesa de Brabante.
María
era la única heredera de un vasto y rico dominio, englobando el
Ducado y el Condado de Borgoña y la mayoría de los Países Bajos.
Por esta razón, a lo largo de su juventud estuvo siempre rodeada de
diversos pretendientes que ansiaban su mano. Cuando todavía era una
niña de cinco años, recibió su primera proposición para
desposarse con el futuro rey Fernando II de Aragón. Más adelante
hubo otros como el duque de Clarence, Nicolás I, Carlos de Valois,
Carlos de Angulema... Conclusión, la lista era interminable, le
llovían candidatos por todos los rincones de Europa.
Como hija única del último
duque de Borgoña, Carlos el Temerario y de su segunda esposa Isabel
de Borbón, heredó el ducado de su padre, a los 20 años, tras la
muerte de éste en la batalla de Nancy. La ansia francesa por los
territorios de los Países Bajos hizo que el rey Luis XI ocupara el
condado de Borgoña o el propio ducado de Borgoña, lo que impidió a
María ejercer su título en los que habían sido sus territorios.Con el objetivo de expulsar a los franceses, estableció una carta que se conoce como El Gran Privilegio y por la que quedaba garantizado el gobierno propio de los Países Bajos.
Se casó en 1477 con Maximiliano, archiduque de Austria, con el que tendría por hijos a Margarita de Austria y a Felipe I el Hermoso, que tendría matrimonio con Juana I de Castilla.
Cuando estaba embarazada, tuvo que abortar al niño porque le produjo septicemia (infección en la sangre) y esa enfermedad en aquellos tiempos era mortal, porque no había nada que pudiera curarla.
María de Borgoña murió en Bruselas el 27 de marzo de 1482.