El
pasado lunes 7 de mayo, fuimos de viaje a Dílar (Granada) donde
estuvimos tres días de campamento en Ermita Vieja.
Lunes:El
lunes me desperté a las siete de la mañana, porque a las ocho salía
el autobús de camino a Granada, así que me arreglé cogí mis
maletas, me despedí de mi madre y mi padre y me fui con mi abuela a
la escuela. Cuando llegué todavía no había llegado el autobús,
entonces esperamos hasta que vino. Cuando llegó metimos las maletas
y todo lo que llevábamos en la parte de abajo, que es como un
maletero, pero grandísimo. Cuando lo metimos todo nos fuimos
montando en el autobús por parejas, yo iba con Natalia, el viaje era
muy largo, pero como íbamos hablando y cantando se nos pasó
volando. Cuando llegamos, de camino, nos paramos en la Alhambra, yo
nunca había ido allí y tenía muchas ganas, porque toda la gente
que había ido decía que era preciosa.
Lo
que más me gustó fue el Generalife, porque tenía unas vistas y una
vegetación muy bonitas. A parte de eso también vimos la Alcazaba,
el Partal y el Palacio de los Nazaríes, todo muy bonito, pero sin
duda lo que mas me impresionó fue el Patio de los Leones.
Sobre
las tres salimos de la Alhambra camino del campamento, pero esta vez
el viaje era mucho más corto.
Cuando
llegamos lo primero que hicimos fue dejar las maletas, lavarnos las
manos e ir a comer. Cuando comimos se presentaron los monitores, que
eran Ada, Ramón, María, Fernando, Pablo (Yaki), Paula y otra María.
Nos
separaron en dos grupos, cada uno hacía una actividad, primero
hicimos un experimento con el agua y luego nos explicaron el ciclo
del agua.
Cuando
terminamos nos instalamos en las habitaciones, había dos de niñas y
dos de niños, cada habitación tenía un nombre, en la que yo iba se
llamaba Mejorana e iba con Carmen, Almudena, Elena, Natalia, Olga,
María Isabel, Elisa y yo.
Cuando
colocamos las maletas nos duchamos y fuimos a cenar. Al terminar
hicimos juegos nocturnos que se habían inventado ellos de visitas a
otros países, estuvimos hasta las once, que nos fuimos a las
habitaciones, nos pusimos los pijamas y nos dormimos.
Martes:
El
martes nos despertaron, desayunamos y estuvimos haciendo la actividad
que hizo el otro grupo el lunes, que consistía en salir al bosque y
coger plantas para pegarlas en un cuadernillo y mas tarde poner sus
características. Comimos y hicimos un juego que era de ir
encontrando números que estaban escondidos por el bosque, cada grupo
tenía un mapa para situarse, yo iba en el grupo 3. Cuando
encontramos todos los números fuimos corriendo al Aula para ver en
que puesto habíamos quedado, el número que más nos costó fue el
2.Cuando terminamos ese juego nos fuimos a otra explanada que había
detrás de el Aula, que había ruedas, combas, una red, el juego de
cuatro en raya... Lo que hicimos fue un juego divertidísimo que se
llamaba El Gran Reto, que consistía en que cada una tenía media
carta y tenía que encontrar la otra mitad, mi otra mitad la tenía
Olga y entonces nosotras eramos una pareja. Cuando estaban todas las
parejas hechas, había un tablero con cinco escalones, nosotras
estábamos en el segundo, entonces teníamos que retar a los que
estaban en el primer escalón para ser las primeras, pero antes de
eso nos retaron Pedro y María Pilar, que consistía en hacer una
carrera de relevos y nosotras ganamos.
Así
que nos quedamos en el mismo puesto, mas tarde encontramos a las
primeros y les retamos a la comba, y ganamos. Y así sucesivamente,
hasta que terminó el juego y nosotras quedamos las primeras junto
con Carlos e Iker.
Merendamos
y nos fuimos a una explanada a hacer otro juego que consistía en que
había 4 grupos, cada uno era un color y cada uno tenía matriculas
de ese color, todo los grupos tenían un padre o madre, en mi grupo
era Fernando el padre y consistía en que teníamos que ponernos una
matricula que nos diera Fernando en la cabeza, e intentar que los
otros equipos no la memorizasen y nos dijeran ¡Te reto!, para
evitarlo teníamos que mover la cabeza muy rápido y para todas
direcciones, pero al mismo tiempo memorizar la matrículas de un
componente de otros grupos. El juego fue muy díficil, pero me lo
pasé bomba. Cuando llegamos al Aula nos duchamos y fuimos recogiendo
las maletas menos lo que nos fuéramos a poner, el pijama y las
sábanas. Cuando hicimos eso nos preparamos para la discoteca, pero
antes de eso, María, una de las monitoras, nos dijo que teníamos
que inventarnos un baile con la canción que mas nos guste y luego
bailarlo delante de todos, y como no, nosotras lo aceptamos, la
canción era Lo Malo y la coreografía fue sobre la marcha, aunque al
final quedó muy bien. Cuando ya lo teníamos subimos donde estaban
todos e hicimos un último juego que consistía en los grupos de las
habitaciones y cada grupo tenía una pista y teníamos que encontrar
una cosa, nuestro grupo fue el primero en encontrarlo y era una bolsa
de chuches que luego las repartimos entre todas.
Cuando
todos los grupos encontraron sus chuches, nos pusieron la discoteca,
eso fue lo más divertido de todo, aunque los monitores nos iban
poniendo “La Pepa”, que era una pinza normal, solo, que ellos
elegían a uno y le enganchaban la pinza, y al final de la canción,
quien tuviera “La Pepa” tenía que elegir a unos compañeros con
los que haría retos.
Cuando
la discoteca terminó, bailamos la canción de Lo Malo y ya nos
fuimos a las habitaciones rendidos porque el día fue muy completo.
Miércoles:
El
miércoles fue el peor de todos, porque nos íbamos de allí y
ninguno queríamos. Cuando nos despertamos desayunamos y como
siempre, hicimos actividades y juegos.
Comimos,
y nos fuimos camino de Granada capital. Cuando llegamos lo que
hicimos fue que nos dejaron un poco de margen para comprar algún
recuerdo o algo se eso. Cuando terminamos de comprar no reunimos
todos para hacer una yincana, a mi me gustan mucho las yincanas, pero
en realidad no nos dio tiempo a terminarla, porque hubo tormenta y
nos tuvimos que meter debajo de un techo por lo menos 20 minutos, a
esperar que parara un poco de llover, cuando paró, merendamos y nos
fuimos para la Torre. En el viaje nada más que pensaba en lo bien
que me lo había pasado en el campamento y la experiencia tan chula
que pasamos gracias a los maestros.
Cuando
llegamos cada uno se fue a su casa, cuando llegué, estaba casi toda
mi familia en mi casa esperándome para preguntarme cosas, yo se lo
conté todo y les enseñé las fotos que hice en la Alhambra. Cené y
me fui a dormir muy pronto para al día siguiente tener fuerzas para
ir a la escuela.
UNA
EXPERIENCIA QUE NUNCA OLVIDARÉ