domingo, 20 de mayo de 2018

Viaje de tres días a Ermita Vieja


El pasado lunes 7 de mayo, fuimos de viaje a Dílar (Granada) donde estuvimos tres días de campamento en Ermita Vieja.

Lunes:El lunes me desperté a las siete de la mañana, porque a las ocho salía el autobús de camino a Granada, así que me arreglé cogí mis maletas, me despedí de mi madre y mi padre y me fui con mi abuela a la escuela. Cuando llegué todavía no había llegado el autobús, entonces esperamos hasta que vino. Cuando llegó metimos las maletas y todo lo que llevábamos en la parte de abajo, que es como un maletero, pero grandísimo. Cuando lo metimos todo nos fuimos montando en el autobús por parejas, yo iba con Natalia, el viaje era muy largo, pero como íbamos hablando y cantando se nos pasó volando. Cuando llegamos, de camino, nos paramos en la Alhambra, yo nunca había ido allí y tenía muchas ganas, porque toda la gente que había ido decía que era preciosa.
Lo que más me gustó fue el Generalife, porque tenía unas vistas y una vegetación muy bonitas. A parte de eso también vimos la Alcazaba, el Partal y el Palacio de los Nazaríes, todo muy bonito, pero sin duda lo que mas me impresionó fue el Patio de los Leones.
Sobre las tres salimos de la Alhambra camino del campamento, pero esta vez el viaje era mucho más corto.
Cuando llegamos lo primero que hicimos fue dejar las maletas, lavarnos las manos e ir a comer. Cuando comimos se presentaron los monitores, que eran Ada, Ramón, María, Fernando, Pablo (Yaki), Paula y otra María. Nos separaron en dos grupos, cada uno hacía una actividad, primero hicimos un experimento con el agua y luego nos explicaron el ciclo del agua.
Cuando terminamos nos instalamos en las habitaciones, había dos de niñas y dos de niños, cada habitación tenía un nombre, en la que yo iba se llamaba Mejorana e iba con Carmen, Almudena, Elena, Natalia, Olga, María Isabel, Elisa y yo.
Cuando colocamos las maletas nos duchamos y fuimos a cenar. Al terminar hicimos juegos nocturnos que se habían inventado ellos de visitas a otros países, estuvimos hasta las once, que nos fuimos a las habitaciones, nos pusimos los pijamas y nos dormimos.

Martes: El martes nos despertaron, desayunamos y estuvimos haciendo la actividad que hizo el otro grupo el lunes, que consistía en salir al bosque y coger plantas para pegarlas en un cuadernillo y mas tarde poner sus características. Comimos y hicimos un juego que era de ir encontrando números que estaban escondidos por el bosque, cada grupo tenía un mapa para situarse, yo iba en el grupo 3. Cuando encontramos todos los números fuimos corriendo al Aula para ver en que puesto habíamos quedado, el número que más nos costó fue el 2.Cuando terminamos ese juego nos fuimos a otra explanada que había detrás de el Aula, que había ruedas, combas, una red, el juego de cuatro en raya... Lo que hicimos fue un juego divertidísimo que se llamaba El Gran Reto, que consistía en que cada una tenía media carta y tenía que encontrar la otra mitad, mi otra mitad la tenía Olga y entonces nosotras eramos una pareja. Cuando estaban todas las parejas hechas, había un tablero con cinco escalones, nosotras estábamos en el segundo, entonces teníamos que retar a los que estaban en el primer escalón para ser las primeras, pero antes de eso nos retaron Pedro y María Pilar, que consistía en hacer una carrera de relevos y nosotras ganamos.
Así que nos quedamos en el mismo puesto, mas tarde encontramos a las primeros y les retamos a la comba, y ganamos. Y así sucesivamente, hasta que terminó el juego y nosotras quedamos las primeras junto con Carlos e Iker.
Merendamos y nos fuimos a una explanada a hacer otro juego que consistía en que había 4 grupos, cada uno era un color y cada uno tenía matriculas de ese color, todo los grupos tenían un padre o madre, en mi grupo era Fernando el padre y consistía en que teníamos que ponernos una matricula que nos diera Fernando en la cabeza, e intentar que los otros equipos no la memorizasen y nos dijeran ¡Te reto!, para evitarlo teníamos que mover la cabeza muy rápido y para todas direcciones, pero al mismo tiempo memorizar la matrículas de un componente de otros grupos. El juego fue muy díficil, pero me lo pasé bomba. Cuando llegamos al Aula nos duchamos y fuimos recogiendo las maletas menos lo que nos fuéramos a poner, el pijama y las sábanas. Cuando hicimos eso nos preparamos para la discoteca, pero antes de eso, María, una de las monitoras, nos dijo que teníamos que inventarnos un baile con la canción que mas nos guste y luego bailarlo delante de todos, y como no, nosotras lo aceptamos, la canción era Lo Malo y la coreografía fue sobre la marcha, aunque al final quedó muy bien. Cuando ya lo teníamos subimos donde estaban todos e hicimos un último juego que consistía en los grupos de las habitaciones y cada grupo tenía una pista y teníamos que encontrar una cosa, nuestro grupo fue el primero en encontrarlo y era una bolsa de chuches que luego las repartimos entre todas.
Cuando todos los grupos encontraron sus chuches, nos pusieron la discoteca, eso fue lo más divertido de todo, aunque los monitores nos iban poniendo “La Pepa”, que era una pinza normal, solo, que ellos elegían a uno y le enganchaban la pinza, y al final de la canción, quien tuviera “La Pepa” tenía que elegir a unos compañeros con los que haría retos.
Cuando la discoteca terminó, bailamos la canción de Lo Malo y ya nos fuimos a las habitaciones rendidos porque el día fue muy completo.

Miércoles: El miércoles fue el peor de todos, porque nos íbamos de allí y ninguno queríamos. Cuando nos despertamos desayunamos y como siempre, hicimos actividades y juegos.
Comimos, y nos fuimos camino de Granada capital. Cuando llegamos lo que hicimos fue que nos dejaron un poco de margen para comprar algún recuerdo o algo se eso. Cuando terminamos de comprar no reunimos todos para hacer una yincana, a mi me gustan mucho las yincanas, pero en realidad no nos dio tiempo a terminarla, porque hubo tormenta y nos tuvimos que meter debajo de un techo por lo menos 20 minutos, a esperar que parara un poco de llover, cuando paró, merendamos y nos fuimos para la Torre. En el viaje nada más que pensaba en lo bien que me lo había pasado en el campamento y la experiencia tan chula que pasamos gracias a los maestros.
Cuando llegamos cada uno se fue a su casa, cuando llegué, estaba casi toda mi familia en mi casa esperándome para preguntarme cosas, yo se lo conté todo y les enseñé las fotos que hice en la Alhambra. Cené y me fui a dormir muy pronto para al día siguiente tener fuerzas para ir a la escuela.

UNA EXPERIENCIA QUE NUNCA OLVIDARÉ

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